...
Vanidad, ingenua paraninfa de la vida
triste heraldo del Silencio
apaga tu voz de nostálgica alborada
que no tiene eco, ni brinda sosiego
vuelve a forjar esperanzas,
para reflejarlas luego,
en parámica hondonada.
Nací a un ladito del corazón de la Ciudad de México, al parecer me gusta la periferia, así que me mantengo en ella, a veces más al norte, a veces más al sur... A veces, sólo a veces. Todas mis pasiones tienen un reflejo. La luna en el río, la noche en el cielo, el vuelo del colibrí en el viento; la soledad y la muerte en el albero.
ANTES DEL AMANECER

de la materia de tus sueños.
Juego a robar
el brillo a la luna;
a ser sombra
y adherirme a tu ser.
Sin querer cantarte,
me convierto en ave,
me adueño de tu voz
en el viento y vuelo
para quebrar de algún modo
este silencio.
Pero te amanece,
dejas de soñarme,
No seré más ave,
que le cante a nadie
si antes del amanecer
no puedo anidarme
en el limo de tu piel.
A quien corresponda:
¿cómo amar sin pedir nada a cambio,
sin necesitar nada a cambio?"
Excusatio non petita, accusatio manifesta
Cuántos "no se lo digas a nadie" te pertenecen?
Cuántos "nunca" vamos a sumarle a esta historia.
Cuántas veces me perteneciste?
Cuántas veces te pedí algo?
Cuántas veces formaste parte de este mundo
en el que me construyo y desvanezco?
Cuándo has estado en mi futuro?
Cuándo florecerás en el pasado?
Cuándo aceptarás que es a ti
y no al aire?
Cuándo hablaré libre?
Cuándo diré "te amo"?
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