Jaime Sabines, a 85 años de su nacimiento y a 12 de su muerte.

Jaime Sabines nació en Tuxtla Gutiérrez el 25 de marzo de 1926. En 1977, Joaquín Mortiz recopila Horal (1950), La señal (1951), Adán y Eva (1952), Tarumba (1956), Diario semanario y poemas en prosa (1961), Poemas sueltos (1951-1961), Yuria (1967), Maltiempo (1972), Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973) y Otros poemas sueltos (1973-1993) en Nuevo recuento de poemas; a diez años de su muerte, en el 2009, publica Los amorosos: cartas a Chepita.

Muchas veces he escuchado que la gente lo acusa de haber hecho poesía facilona, que nomás es poeta de estantería sangron’s, que es malo como la carne de puerco, que su obra es para chamaquitos de secundaria, que se vendió y por eso fue a dar a la política y que es aburridísimo para leer… yo pienso en Esquilo, que decía: Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrase del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.En su vida hizo muchas cosas, buenas (para muchos) y malas (a decir de unos cuantos), se desempeñó como político, comerciante, esposo, becario, jurado, padre, estudiante de medicina, pero, más que cualquier otra cosa, Jaime fue poeta, aunque él decidió que era un peatón


 Siempre digo que si me acerqué a la poesía fue por Jaime Sabines, porque  mi maestro de español en tercero de secundaria, tenía el buen gusto de recomendarnos a muchos autores que no figuraban en el temario; le dije a mi mamá que necesitaba ese Nuevo recuento de poemas para la clase, que tenía que comprármelo para ayer y si no, me iban a reprobar. Ahora el libro está todo manoseado, sus hojas están sucias de tanto ir y venir entre mis dedos, resaltado con amarillo y verde, descabalado... podría decir que es el que he leído más veces y al que más cariño le tengo; al que recurro cuando tengo ganas de algo simple y llegador. El primer poema que leí voz alta, fue "Pequeña del amor", y tengo claro el momento en que lo hice (ahí me di cuenta de que padezco un indecible temor a hablar en público).



Si alguien tomara mi libro en sus manos, y lo abriera, me encontraría ahí dentro, como los pétalos de una rosa que alguien guardó para conservar los recuerdos... porque entonces él era como mi abuelo, y yo lo escuchaba y quise ser un pedazo de la luna en el bolsillo, una hoja tierna de luna, creí que la eternidad se nos acaba, que el amor la soledad y la muerte son alucinantes, he llorado la hermosa vida y... quise ser poeta.
Tal vez sea cierto que su poesía es sencilla, pero en dónde encontraré yo esa facilidad para compartir lo que siento, para abreviar el amor o perpetuar la muerte; cómo hago tangible el dolor y le doy cuerpo a la ausencia; lo pregunto porque en Sabines, en este libro de Joaquín Mortiz, toco y huelo y siento y veo y por supuesto escucho todo eso que me hace la vida.

Octavio Paz dijo que es uno de los mejores poetas contemporáneos de nuestra lengua; para Jaime, la poesía "debe ser el testimonio del paso del hombre sobre la tierra"... entonces, según esto, ¿queda alguna duda de que Sabines es poeta? ¿será que algún día alguien le construirá una casa de reposo, ventilada, limpia, con música y agua corriente?... hoy cumpliría 85 años, pero hace seis días cumplió doce de muerto: Que su memoria sea eterna.


Termina la Temporada Grande en la Plaza México, con festejo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

La Temporada Grande 2010-2011 terminó hoy con una histórica corrida. En los veinte festejos se entregaron treinta y tres orejas, un rabo al matador Julián López, “el Juli” y el indulto de Guadalupano, por Sebastián Castella. Esta última tarde fue en conmemoración del día internacional de la mujer, y participaron Maripaz Vega, Hilda Tenorio y Lupita López.

De entrada, un festejo femenino, más allá de la equidad de género, representa una extraña contradicción, para no caer en especulaciones, me limitaré a citar a Pepe Malasombra, quien, a su vez, en Misterios del señor negro (taurosofía) cita a George Bataille:

“LA TRANSGRESIÓN DE LO INTERDICTO

Cualquier ruptura de las formas es una provocación. George Bataille, asimismo, llegó a definir el erotismo como “la transgresión de lo interdicto”. Es decir, “la violación de lo establecido”. De lo que se infiere que provocación y violación, sumados en un acto erótico, dan como resultado un hecho de morbo (entiéndase como aquello que perturba los sentidos y que suscita curiosidad enfermiza). Y, sin duda, un hecho de morbo es un atractivo para las masas.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con el ritual táurico?

Nada, cuando el intérprete, el torero, es como tal un hombre: un sujeto que sigue la tradición de los conceptos y las formas y, por tanto, no viola lo establecido, los cánones litúrgicos de lidiar, torear y matar toros bravos. Sin embargo, cuando el “torero” es una mujer la respuesta cambia. (. . .)

El hombre, por naturaleza, tiende a ser un creador, fincando en tal hecho su inmortalidad; la mujer, también por naturaleza es creadora y, también en ello finca su inmortalidad. Sin embargo, en la creación de uno y otra es donde radica la diferencia.

La mayor creación de la mujer es, indudablemente, la de dar vida, como la tierra que da sus frutos inmortales para la continuidad de la especie; el hombre, en cambio, al carecer de tal naturaleza, su mayor creación no puede ser otra que la artística, que lo pone a la altura de las divinidades celestes e imperecederas, ya que su obra lo trasciende a sí mismo. Y la tauromaquia, al ser un arte que se fundamenta en la muerte, condena a la mujer -la que se viste de luces- a la contradicción.

Empero, cualquiera, sea hombre o mujer, tiene la libertad de ir contra su propia naturaleza. Y así sucede con algunas matadoras que han causado sensación -mórbida, ciertamente- en toda la geografía taurina. Y no porque transgredan se les puede señalar como malas toreras, no -aunque tampoco se les puede juzgar igual que un torero por el simple hecho de que su naturaleza es distinta-, pero sí como un fenómeno que provoca expectación en las masas, ansiosas de hechos insólitos y que tiene poco que ver con el ritual taurino.”

Como verán, esto no tiene nada que ver con que si la mujer tiene la fuerza o no, con que si puede o no realizar un “trabajo” usualmente masculino, sino, únicamente, con su capacidad de ser madre. Es probable que este argumento se interprete, a menudo, a la ligera, pero el trasfondo es mucho más complejo y tal vez en otra oportunidad vuelva a acudir a él.

Ahora, pues, retomo: para celebrar el Día Internacional de la Mujer, la Monumental Plaza de toros México ofreció un cartel histórico: una corrida cien por ciento femenina. Nunca antes en esta plaza una mujer había dado la alternativa, ni otra había atestiguado la licenciatura de otra compañera.

A las 4.30 de la tarde, comenzó, bajo una lluvia de confetis, el paseillo, encabezado por la española Maripaz Vega, la alternante Lupita López y la desmonterada Hilda Tenorio, quien recibió la alternativa, hace poco menos de un año, de manos del matador Manolo Mejía. Parte de la entrada de esta tarde, será donada a la Fundación Mexicana de Fomento para la Prevención Oportuna del Cáncer de Mama.

El primer astado en salir por la puerta de los sustos fue Milagroso, con el número 38, de 478 kg., un cárdeno, botinero,bragado y girón, que lucía la divisa gris, blanco y rojo, propia de La punta a quien Lupita recibió con un farol de rodillas. Las primeras palabras de Maripaz, a la hora de cederle los trastos, fueron: sé que has sufrido mucho por estar aquí, y espero que tengas mucha suerte hoy y siempre… Lupita consiguió una oreja y los aplausos que recibió en su vuelta al ruedo, opacaron la pobre entrada que recibió la plaza.

Después, la moreliana Hilda Tenorio, enfundada en un terno negro con pasamanería rosa y oro, recibió a Cominito, un toro entrepelado, nevado y bragado, de 490 kg. que salió suelto de todos los pases y a quien no pudo cuajarle la faena. Decía al inicio que hizo el paseillo desmonterada, porque esta fue la primera presentación que tuvo después de haber recibido la alternativa.

En tercer lugar entró Maripaz vega, en un vestido vino y azabache, para recibir al de Jesús Cabrera, Kicapu, un cárdeno, nevado, bragado de 483 a quien le cortó las dos orejas.

Hilda le brindó su segundo astado, Zapalinamé, Hilda Tenorio, a Maricela Morales (subprocuradora de la SIEDO) y escuchó un aviso. Luego volvió al ruedo Lupita, por Zarape, el sexto de la tarde, un negro bragado de 505 kg., y después de recibir el tercer aviso, se convirtió en el primer toro que no murió en el tiempo reglamentario (esta temporada), aunque no fue devuelto a los chiqueros. El último toro fue Palomino, que regaló Hilda, aunque desafortunadamente tampoco pudo hacer mucho y también recibió un aviso.

Datos curiosos:

En esta tarde, contrario a lo que sucedió en las 19 anteriores, ninguno de “los matadores” pinchó, aunque no hayan logrado (en todos los casos) hacer doblar al toro con el estoconazo y hubo varios pinchazos. O sea, parece que son mejores matadoras que sus colegas masculinos.

Karla Sánchez , mexicana, es la única rejoneadora con alternativa en el mundo, la recibió de Carlos Arruza.

En fin… ¿qué más se puede decir al respecto? Les comparto un pasodoble dedicado a Cristina Sánchez, que en algún lugar dice: cuando coges la muleta se enamora el mismo sol…

Izcozauhqui, el hijo del sol.



Quién no ha escuchado alguna vez la leyenda de los volcanes. Quién no ha pensado en algún momento que ellos son el símbolo del amor, la entrega, la lealtad y varias cosas más… Sucede que, siempre, una cosa me lleva a otra y un día descubrí otra leyenda sobre el Popocatepetl y la Iztaccihuatl. La luz amarilla, el hijo del sol, se fuga con la que se viste de flores en la primavera, la hija de la luna, a contemplar las maravillas terrestres y fueron condenados por su desobediencia (alguien les advirtió que si abandonaban los jardines celestes serían castigados). Hoy, Izcozauhqui y Coyoxauhqui adornan los horizontes en los que descansamos, muchos, nuestra mirada.

Qué cosas éstas, las del Señor Amarillo ¿no?… quién iba a decir que puede tener 2,500 años, cuando mucho, o 1,900, cuando menos. Creo que hoy aprendí muchas cosas sobre él, y recordé muchas otras sobre Acaxochitlan, sobre sus paisajes, sobre su gente, su comida; el olor a copal que lo acompaña en mi memoria. La Muestra Cultural en honor al Izcozauhqui, se celebró en el auditorio Salvador Toscano, del ex-convento de San Francisco (que también alberga al Museo Nacional de la Fotografía).

El día comenzó, como es costumbre (al rededor de las once de la mañana) con el tradicional xochipitzahuatl, “la flor menudita”, que en su sentido religioso evoca una ofrenda a la Madre tierra, es un símbolo de comunión, un ofrecimiento de respeto.

El acto oficial inició con la bienvenida del Lic. Miguel Ángel Caraveo Chavez, quien explicó la importancia del evento, la necesidad por difundir la cultura; agradeció a los niños de la comunidad de Santa Ana Tzacuala, quienes participaron en la danza; a las autoridades que aceptaron la invitación y a la “responsable” de que estuviéramos ahí. Como siguiente acto, el presidente municipal de Acaxochi, Julián Perea Castelán, refrendó los agradecimientos y avisó que en mayo de este año, el Museo Arqueológico del Municipio, abrirá sus puertas para mostrar las riquezas que les pertenecen.

Después, los niños de Tzacuala participaron nuevamerte, ahora con el Canto a Hidalgo; con sus voces, mi mente voló al pasado, recordé que al escuchar Soy región, mientras atravesaba La Pampa, me preguntaba si habría una canción, en mi tierra que me conmoviera de la misma forma… hoy la escuché, primero en náhuatl, en voz de los niños de Tzacuala, y volví a estremecerme como entonces, sólo que esta vez no pude contener el llanto porque la sentí propia: soy un cielo de obsidiana luciendo una luna de plata perfecta. Soy viento en la nopalera soy bosque y pradera, el grito naciente de la libertad.

http://www.youtube.com/watch?v=MOqoKUvMCfQ

Después de esto, fue la plática sobre el Señor Amarillo, y en ella profundizaré un poco más, la Mtra. Olga Castañeda leyó una carta que le escribió al Izcozauhqui, para compartir con los asistentes su sentimiento; con la voz quebrada le agradeció por el tiempo que permaneció con ella, segura de que donde quiera que se encuentre seguirá cantando las maravillas de su cultura. Luego participó otro niño, de quien desafortunadamente no recuerdo el nombre, con una poesía dura que volvió a enchinarme la piel, se llama Maldita crisis, y con ella ganó el primer lugar de declamación en la Zona Escolar 42, de Escuelas Indígenas.

La siguiente participación fue sobre los datos técnicos de Izcozauhqui, a cargo del arqueólogo Carlos Hernández Reyes quien realizó un análisis pormenorizado de cada detalle de la pieza arqueológica; también comentó que sería importante que el Museo Arqueológico de Acaxochitlan, contara con las condiciones necesarias para resguardar a Izcozauhqui, y él vuelva a su tierra; concluyó afirmando que en Acaxochitlan no existe influencia, sino presencia teotihuacana. En la sesión de preguntas y respuestas que estaba programada, alguien levantó la mano para saber con quién podría compararse el Señor Amarillo, si hay proyecto para continuar con el descubrimiento de vestigios, cuántos años tiene la pieza… en algún momento creí, debido a que el arqueólogo hizo hincapié en la controversia suscitada en días pasados entorno al personaje, que alguien haría mención de la denuncia o los “delitos”, pero nada… entonces pensé que es sencillo resguardarse con cualquier identidad, para lanzar acusaciones.

Después de la última declamación, se hizo mención de la exposición de indumentaria acaxochiteca para dar paso al corte del listón y descubrir el lugar que ocupará por los siguientes dos meses, en el recinto, el Señor Amarillo.

Una vez cortado el listón y develado Izcozauhqui, una maracame huichola comenzó una hermosa ceremonia, con cantos para alabar al Dios del fuego, haciendo partícipes a los asistentes al repartirles instrumentos para que se integraran a la creación de la música que acompañaba los rezos.

Izkozauhki, el señor amarillo de Acaxochitlan.


Creo que esta vez sí lo voy a hacer abiertamente personal: ¿se acuerdan que hace un par de semanas estaba yo que trinaba de coraje porque acusaban a mi mamá de saquedora y sabe dios cuántas tarugadas más? Alguien se preguntaba por qué me molestaban los adjetivos que utilizaban para calificarla y entonces solté una enorme y relajante carcajada… hay que ser corto de entendimiento para hacerse esa pregunta. Pues bueno, un día decidí que ya no iba a caer en provocaciones y mejor sería esperar y confiar en que se resolvieran las cosas de la mejor manera.

Entre los ires y venires, entre los dimes y diretes, encontré que “alguien” decía que ella “enfrentaba una demanda” por robo y posesión indebida de colecciones arqueológicas, entonces me pregunté por qué nunca recibió ninguna notificación ni citatorio al respecto… pues creo que porque oportunamente el INAH dio respuesta a la supuesta demanda y entonces vino lo del circo y la banana.

Entonces me enteré de la buena noticia de la que presumí hace días, de la cual no quería hablar mucho porque no tenía la invitación para compartirla, pero aquí está y espero que alguien pueda darse una vuelta, si no, ya estaré yo reportando el viernes o el sábado cómo sucedieron las cosas. Invitan en INAH en Hidalgo y el Ayuntamiento de Acaxochitlan, en el ex convento de Sn. Francisco, el once de marzo a las once a.m., en la capital hidalguense. Todo pinta a que va a estar bonito y me emociona,échenle una ojeada al programa:

Hay momentos en que los niños no quieren comer y una como mamá comienza a preocuparse o sentirse mal. Cuando Killari comenzó con la dentición pasamos por una etapa de estas, se negaba a comer, sólo andaba moridiendo por aquí y por allá, aunque al parecer estaba de una inapetencia subida, los bastoncitos de zanahoria cruda o la jícama eran algo que disfrutaba sobremanera.

Para cuando estaba por brotar el segundo par, dejó de comer. Yo la imaginaba descompensada, anémica, sabrá dios cuántas tragedias fabriqué en mi mente por un par de semanas que la niña no comía como acostumbra. Creo que su papá me vio en verdad angustiada, porque le habló al querido Bruno (nuestro pediatra de confianza) y él, en pocas palabras, dijo que no me azotara, que para una descompensación o anemia se requería tiempo, y que si era realista, el bodoque en realidad sí había comido, así que me tranquilizó.

Cuando un niño no quiere comer, una vez que se han descartado enfermedades o dentición, y creemos que sólo se trata de falta de motivación, podemos intentar hacer comidas divertidas; hacer de la rutina un evento divertido. Hay un montón de páginas con recetas para los peques, son muy sencillas y bien nos ayudarán a crear un vínculo más estrecho en estos menesteres que a veces resultan engorrosos.