¿Por qué nos enojamos? Kali Yuga, la era de la riña y la hipocresía.

Decía yo el domingo, al compartir mi entrada en el "feiz", que el duende me hizo ver mi suerte y entonces me puse a pensar en el temple. Yo supongo que todo comenzó con la travesura de compartirle té de hierbabuena con leche condensada después de la siesta... De entrada creí que era una imprudencia, que ya era tarde, pero después de todo ¿qué podría pasar?

Ella se convirtió en una especie de huracán contenido en un diminuto frasco, anduvo por aquí y por allá tirando todo lo que encontraba a su paso, irreconocible, pero la dejé hacer... el "problema" fue que llegó la hora del baño, y pretendí seguir con la rutina del día: "vámonos a bañar, Killari, pero primero recoge tus juguetes"... ella suele regresarse del tercer escalón y de muy buena gana comienza a echar todo a la caja que está sobre el sillón, pero esta vez se quedó mirándome y dijo: ¡Nu!, con ese tonito de "no habrá poder humano que me haga cambiar de opinión".

Después de mucho, logré convencerla de ordenar la sala y me conformé con eso, así que nos fuimos derecho al baño, sin hacer escala en el caos de su cuarto... Luego de por fin dormirla, tras el llanto y la resistencia, bajé al estudio, con unos enooormes deseos de haber encendido hacía dos horas el primer cigarro de la noche. Jaime dijo que admiraba mi paciencia, que mientras me veía tratando de convencer al duende de levantar sus juguetes, pensaba que él ya le habría levantado la voz un par de veces, y me abrazó.

Debo confesar que claro que sentí ganas de levantarle la voz, de ponerme ruda y obligarla a hacer lo que yo había dicho que hiciera, pero en el momento mismo del pensamiento, me pregunté un montón de cosas y llegué (les digo que en un segundo) a la conclusión de que en realidad no tenía nada que urgente por hacer, en cambio lo que estaba sucediendo con ella era importante. Entonces decidí que no había por qué enojarme; sí era cierto que ella no hacía lo que yo quería, pero no era una batalla que deseara iniciar en ese momento.
Con la calma en la que parece transcurrir la semana, con todo y el lío que traigo en la cabeza tratando de entender la continuidad, la discontinuidad y El erotismo, de Bataille, me he detenido a pensar ¿Por qué nos enojamos? Y como de costumbre, recurro al diccionario para esclarecer la idea: el enojo es un "sentimiento que una persona experimenta cuando se siente contrariada o perjudicada por otra o por una cosa, como ante una falta de respeto, una desobediencia o un error"; la ira es una emoción que se expresa como enojo. Las reacciones del cuerpo iracundo son: aumento en el ritmo cardíaco, presión sanguínea y niveles de adrenalina y noradrenalina; al parecer, la ira es una aberración del instinto de supervivencia, ese que nos hace sentir la necesidad de alejarnos de alguna posible amenaza, pero en vez de ello, decidimos quedarnos a afrontar el "peligro" y detener ese comportamiento amenazante.

Entonces vuelvo sobre uno de mis tópicos más socorridos, la crianza... qué personas estamos preparando para el mundo, qué personas somos las que participamos hoy en él. A qué se deben tantas carencias, tanta tristeza, tanta frustración, tanta apatía, tanta violencia, tantos muertos...
Tal vez es muy ambicioso de mi parte creer que en la medida en que logremos criar a nuestros hijos con amor, el mundo será más amable. Por supuesto que en este momento entrarían los partidarios del explicar la vida a través de los ciclos, quienes hablan de la era de Kali iugá, y me dirían que no hay mucho que hacer, que estamos en la era de la riña y la hipocresía, en el cerca del fin de los tiempos.
Según el Bhágavat Purana, Kali es un demonio, hijo de la ira y la violencia (Krodha y Jimsa); en el Mahabarata, se dice que esta era comenzó en la Batalla de Kurukshetra, cuando los ejércitos se negaron a detener la guerra para orar, como estaba prescrito, y siguieron luchando hasta el amanecer, por allá del 3102 a.C.

Kali es el tiempo de la oscuridad, entendida como ignorancia; en donde se pierde el espíritu de comunidad, y entonces el hombre tiende al sufrimiento y la soledad. La complacencia de los sentidos es la meta a cumplir, no importa nada más que la satisfacción y el placer. Kali es el símbolo de la destrucción, y en las profundidades del símbolo, lo que habrá de destruir es el ego que le impide al ser contemplar su verdadera esencia divina.

Por supuesto que todo esto sólo una arista en la interpretación del mundo. Pero, ¿a poco no coincide con lo que sucede en el mundo actualmente? Por si creían que me desvié muchísimo, retomo el título de la entrada "¿Por qué nos enojamos?", pues, desde este enfoque, porque vivimos en un momento en lo donde lo importante es el ego, y éste se ve seriamente lastimado cuando lo contradicen; porque la tolerancia, el amor y la paciencia, son virtudes que relegamos un poco, ante la prisa cotidiana  por alcanzar lo que sea (aunque nunca tenemos bien clarito qué deseamos alcanzar).

 Aún si hiciéramos de lado la perspectiva vaisnava, ¿a poco no nos sentimos desde ofendidos hasta traicionados cuando no nos hacen caso, o no nos obedecen, o simplemente nos ignoran? Ahora hago una pregunta insidiosa (que en realidad son varias): ¿qué esperamos de nuestros hijos, la pareja, la familia, los amigos, el trabajo, la maternidad, la vida?

¿Tanto rollo para proponer un profundo trabajo de conciencia? ¿Todo esto para venir a decir que debemos aprender a controlar nuestras emociones? Sí, para eso y para dejar aquí una invitación a aclarar nuestra mente y nuestros corazones; para sugerir que antes de dar una nalgada (o el golpe que sea) a nuestros niños, pensemos que los que tenemos la vida recorrida somos nosotros, los adultos; que antes de contestarle feo o lastimar a la pareja, apechuguemos un poco, para no comenzar (o continuar) una guerra de poderes que no tiene cabida. Las heridas abiertas hoy, serán cicatrices mañana.

Ahora bien, ¿qué hacer para controlarnos un poco? he aquí algunos apuntes al respecto, y en principio propongo aceptar el sentimiento como algo natural:

1.- Ni contenerla ni dejarla salir: se supone que quienes optan por la segunda opción, lo único que consiguen es enojarse más, aunque la primera no tampoco la mejor opción.
2.- Identificar qué situaciones me hacen enojar: una vez ubicada la molestia, desarrollar tolerancia.
3.- Una vez presa de la ira, entendamos que en realidad no es agradable estar así, puesto que la adrenalina, segregada en esas condiciones, hace daño.
4.- Tomar las riendas de nuestras emociones: los demás no son culpables de lo que sentimos, así que nosotros podemos controlarlo.
 5.- Relajarse: de ser posible, o necesario, alejarse del lugar en donde se encuentra la persona que provoca nuestra ira, respirar profundo y analizar la situación; si hay tiempo, hacer algo que produzca placer, como comer un chocolate, tomar un café, escuchar una canción, mojarse la cara, etc.

Y bueno, si llegaron hasta acá, a modo de agradecimiento, les dejo un bhajan relajante que, tengo entendido, es de George Harrison y los devotos del templo Radha Krsna:

La pronunciación del nahuatl y los gentilicios.

 

Gentilicio es el adjetivo que denota procedencia geográfica; según la RAE, es lo "perteneciente o relativo a las gentes o naciones." A últimas fechas, con esto del Señor amarillo de Acaxochitlan, he visto muy marcada la dicotomía entre los que se refieren a habitantes de el mismo pueblo: /Akasochitlan/. Y allí comienza todo ¿Acaxochitlán, Acaxochitlan, Akaxochitlan o Akasochítlan?
Esto viene a colación porque muchas veces me han preguntado sobre la pronunciación correcta y la escritura de algunas palabras en náhuatl. De entrada me parece extraño: la gente cree que si estudio Letras Hispánicas, seguro debo entender las lenguas indígenas, pero nada hay más alejado de la realidad; en la licenciatura sólo hay una materia (en toda la carrera) llamada Literatura PREhispánica, así pues, mi gusto por ellas nada tiene que ver con la Facultad de Filosofía y Letras pero en fin... siempre salgo con mis discursos extraños sobre el punto de articulación de la lengua, o los paradigmas lingüísticos, las correspondencias fonéticas entre los idiomas y cosas por el estilo. Cualquiera pensaría que se trata de una tomada de pelo, o un intento por darle la vuelta, de ninguna manera, así es como lo entiendo y de esa manera trato de explicarlo.

Los problemas en cuanto a la escritura del náhuatl tienen que ver, más bien, con una falta de memoria: olvidamos que las culturas precolombinas plasmaban su cosmogonía a través un código ideográfico y no alfabético, como lo conocemos hoy en día, o sea que ellos "escribían con monitos"; además, no tenemos muy en cuenta que el español tiene más de una forma de escribir el mismo sonido (c, s, z, x); luego me vienen con cosas raras como que si estamos escribiendo en español y que tenemos que respetar las reglas ortográficas de nuestro idioma y otro montón de cosas que no me convencen; si estamos haciendo uso de préstamos lingüísticos deberíamos respetarlos como tales; al tomar en cuenta estas consideraciones, lo más sensato debería ser hacer uso del Alfabeto Fonetico Internacional y evitarnos rollos de que si se escribe con ka o cu, o ce, o zeta, o jota...

Ya había explicado antes que el náhuatl es un idioma grave (su sílaba tónica es la penúltima), aunque los hispanohablantes tendemos a hacerlo agudo (a pesar de que el español casi igual de llano) sobre todo cuando las palabras terminan en consonante, y por eso decimos Acaxochtlán, Teotihuacán, Tenochtitlán, Coatlinchán... Para ahondar un poco en su historia, les comparto que pertenece al tronco yutonahua y es la familia con más hablantes en México; su difusión se debe a los aztecas, quienes constituyeron la civilización más dominante en Mesoamérica; la traducción más frecuente de la palabra nahuatl es: sonido claro.

Después de todo esto, retomo el punto con el que abrí el tema: ¿cuál es el gentilicio adecuado para los de "Acaxochi"? ¿acaxochiteco? ¿acaxochitlense?... Primero debemos tener claro que para formar un gentilicio, debe considerarse la raíz etimológica del toponímico (por obvias razones) y aplicar el mismo criterio; además de saber qué necesitamos decir para así poder utilizar el sufijo adecuado¹.

El sufijo -teco, significa "el señor de", y está relacionado con el tekutli (señor); es decir, acaxochiteco es "el señor dueño de Acaxochitlan", por el contrario, -teca, es "el habitante de", por lo tanto, lo correcto es decir: acaxochiteca "el habitante de Acaxochitlan".

Puesto así, mi sugerencia es esa, referirnos al pueblo como Akasochítlan (por aquello del AFI o IPA, por sus siglas en inglés) y como acaxochitecas a sus habitantes.

Por último les dejo unos versos de Tochihuitzin Coyolchiuhqui:

Zan totemiquico Vinimos a soñar
Zan tocochitlehuaco, De pronto salimos del sueño,
zan tontemiquico, sólo vinimos a soñar,
ah nelli, ah nelli, no es cierto, no es cierto,
tinemico in tlalticpac. que vinimos a vivir sobre la tierra.
Xoxopan xihutitl ipan Como yerba en primavera
tochihuaca. es nuestro ser.
Hual ccelia, hual itzmolini in toyollo Nuestro corazón hace nacer, germinan
xochitl in tonacayo. flores de nuestra carne.
Cequi cueponi, Algunas abren sus corolas,
on cuetlahuia. luego se secan.

La buena esposa.

“Una ama de casa o dueña de casa es considerada en la cultura occidental tradicional como la mujer que tiene como ocupación principal, el trabajo en el hogar con los quehaceres cotidianos tales como el cuidado de los hijos, la limpieza de la casa, la compra de víveres y otros artículos, la preparación de los alimentos, la administración parcial o total del presupuesto familiar, y un largo etcétera.” ¹

Hasta hace un par de meses fui maestra de prepa y secundaria, pero por motivos que ya he platicado antes, eso se acabó; se cerró el ciclo y me quedé a jugar a la casita. No soy una ama de casa nada convencional… tiendo a ser distraída y cero organizada, lo que se diría dispersa, pues… no estoy acostumbrada. Mis papás me prepararon para ser profesionista, y medio olvidaron la formación propia del rol femenino, así que ahora tengo que arreglármelas como puedo: experimentar en la cocina, evitar que se acumulen los trastes sucios, mantener limpia la ropa del duende, tratar de que la sala no parezca un campo de batalla, lavar cuando haga falta y planchar en el momento, no olvidar los zapatos a medio paso… creo que lo que más me cuesta es dejar las cosas en su lugar, de veritas que lo intento, pero no termina de salirme y, en el camino, suelo provocar disgustos, jajajaja (y la risa es de nervios, no vayan a creer otra cosa), y además tengo tarea, un chooorro de tarea.

Hace algunos años me fui a estudiar psicología a Pachuca, mientras esperaba resultados satisfactorios de la UNAM. Y allá, en el CENHIES, conocí a uno de mis mejores amigos: Francisco Baca; un día me regaló un cassette con rolitas que, según él, me describían, como Ella no dice nada , de Facundo Cabral. Quién iba a decir que desde entonces traía yo en la frente a esa alguien que yo ni de lejos sospechaba y que ahora tararea tan a menudo:

Ella no dice nada sólo cocina
vaya a saber la causa
vaya a saber la causa
vaya a saber la causa
de su alegría

Ella no dice nada sólo sonríe
cuando en lugar de sopa
sirve jazmines

Ella no dice nada
lava y suspira
y aveces hasta vuela
de distraída

Ella no dice nada
pero se entiende
Porque se pasa el día
teje que teje

Y cuando ando en esas de doblar la ropa o servir jazmines en vez de sopa, sucede que me vienen a la cabeza un montón de ideas; no sé si se deba a que el agua me relaja cuando lavo los trastes y al verla escurrirse por la tarja, me fluyen fábulas, cuentos completos. Supongo que es porque mi mente trata de evadir las labores domésticas, o porque no sé hacer nomás una cosa a la vez, o porque mi gusto más grande es escribir y perderme, diluirme, trastocarme, trasnformarme, debilitarme, transitarme, convertirme, fortificarme, mentirme, transitarme…



Todo esto para platicarles que en la sección de La buena esposa , van a encontrar el producto de esos pensares, pura ficción que me sirve de desahogo y ejercicio mientras le agarro la onda a esto de cumplir a pie juntillas La guía de la buena esposa.



Para inaugurar la gategoría, aquí les dejo esto que me publicaron en Sea breve, por favor :  

MUJER CASADA

Hay una voz interna
que me habla de usted
y me dice, muy bajito:
me he acostumbrado a su cuerpo.


Jaime Sabines, a 85 años de su nacimiento y a 12 de su muerte.

Jaime Sabines nació en Tuxtla Gutiérrez el 25 de marzo de 1926. En 1977, Joaquín Mortiz recopila Horal (1950), La señal (1951), Adán y Eva (1952), Tarumba (1956), Diario semanario y poemas en prosa (1961), Poemas sueltos (1951-1961), Yuria (1967), Maltiempo (1972), Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973) y Otros poemas sueltos (1973-1993) en Nuevo recuento de poemas; a diez años de su muerte, en el 2009, publica Los amorosos: cartas a Chepita.

Muchas veces he escuchado que la gente lo acusa de haber hecho poesía facilona, que nomás es poeta de estantería sangron’s, que es malo como la carne de puerco, que su obra es para chamaquitos de secundaria, que se vendió y por eso fue a dar a la política y que es aburridísimo para leer… yo pienso en Esquilo, que decía: Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrase del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.En su vida hizo muchas cosas, buenas (para muchos) y malas (a decir de unos cuantos), se desempeñó como político, comerciante, esposo, becario, jurado, padre, estudiante de medicina, pero, más que cualquier otra cosa, Jaime fue poeta, aunque él decidió que era un peatón


 Siempre digo que si me acerqué a la poesía fue por Jaime Sabines, porque  mi maestro de español en tercero de secundaria, tenía el buen gusto de recomendarnos a muchos autores que no figuraban en el temario; le dije a mi mamá que necesitaba ese Nuevo recuento de poemas para la clase, que tenía que comprármelo para ayer y si no, me iban a reprobar. Ahora el libro está todo manoseado, sus hojas están sucias de tanto ir y venir entre mis dedos, resaltado con amarillo y verde, descabalado... podría decir que es el que he leído más veces y al que más cariño le tengo; al que recurro cuando tengo ganas de algo simple y llegador. El primer poema que leí voz alta, fue "Pequeña del amor", y tengo claro el momento en que lo hice (ahí me di cuenta de que padezco un indecible temor a hablar en público).



Si alguien tomara mi libro en sus manos, y lo abriera, me encontraría ahí dentro, como los pétalos de una rosa que alguien guardó para conservar los recuerdos... porque entonces él era como mi abuelo, y yo lo escuchaba y quise ser un pedazo de la luna en el bolsillo, una hoja tierna de luna, creí que la eternidad se nos acaba, que el amor la soledad y la muerte son alucinantes, he llorado la hermosa vida y... quise ser poeta.
Tal vez sea cierto que su poesía es sencilla, pero en dónde encontraré yo esa facilidad para compartir lo que siento, para abreviar el amor o perpetuar la muerte; cómo hago tangible el dolor y le doy cuerpo a la ausencia; lo pregunto porque en Sabines, en este libro de Joaquín Mortiz, toco y huelo y siento y veo y por supuesto escucho todo eso que me hace la vida.

Octavio Paz dijo que es uno de los mejores poetas contemporáneos de nuestra lengua; para Jaime, la poesía "debe ser el testimonio del paso del hombre sobre la tierra"... entonces, según esto, ¿queda alguna duda de que Sabines es poeta? ¿será que algún día alguien le construirá una casa de reposo, ventilada, limpia, con música y agua corriente?... hoy cumpliría 85 años, pero hace seis días cumplió doce de muerto: Que su memoria sea eterna.


Termina la Temporada Grande en la Plaza México, con festejo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

La Temporada Grande 2010-2011 terminó hoy con una histórica corrida. En los veinte festejos se entregaron treinta y tres orejas, un rabo al matador Julián López, “el Juli” y el indulto de Guadalupano, por Sebastián Castella. Esta última tarde fue en conmemoración del día internacional de la mujer, y participaron Maripaz Vega, Hilda Tenorio y Lupita López.

De entrada, un festejo femenino, más allá de la equidad de género, representa una extraña contradicción, para no caer en especulaciones, me limitaré a citar a Pepe Malasombra, quien, a su vez, en Misterios del señor negro (taurosofía) cita a George Bataille:

“LA TRANSGRESIÓN DE LO INTERDICTO

Cualquier ruptura de las formas es una provocación. George Bataille, asimismo, llegó a definir el erotismo como “la transgresión de lo interdicto”. Es decir, “la violación de lo establecido”. De lo que se infiere que provocación y violación, sumados en un acto erótico, dan como resultado un hecho de morbo (entiéndase como aquello que perturba los sentidos y que suscita curiosidad enfermiza). Y, sin duda, un hecho de morbo es un atractivo para las masas.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con el ritual táurico?

Nada, cuando el intérprete, el torero, es como tal un hombre: un sujeto que sigue la tradición de los conceptos y las formas y, por tanto, no viola lo establecido, los cánones litúrgicos de lidiar, torear y matar toros bravos. Sin embargo, cuando el “torero” es una mujer la respuesta cambia. (. . .)

El hombre, por naturaleza, tiende a ser un creador, fincando en tal hecho su inmortalidad; la mujer, también por naturaleza es creadora y, también en ello finca su inmortalidad. Sin embargo, en la creación de uno y otra es donde radica la diferencia.

La mayor creación de la mujer es, indudablemente, la de dar vida, como la tierra que da sus frutos inmortales para la continuidad de la especie; el hombre, en cambio, al carecer de tal naturaleza, su mayor creación no puede ser otra que la artística, que lo pone a la altura de las divinidades celestes e imperecederas, ya que su obra lo trasciende a sí mismo. Y la tauromaquia, al ser un arte que se fundamenta en la muerte, condena a la mujer -la que se viste de luces- a la contradicción.

Empero, cualquiera, sea hombre o mujer, tiene la libertad de ir contra su propia naturaleza. Y así sucede con algunas matadoras que han causado sensación -mórbida, ciertamente- en toda la geografía taurina. Y no porque transgredan se les puede señalar como malas toreras, no -aunque tampoco se les puede juzgar igual que un torero por el simple hecho de que su naturaleza es distinta-, pero sí como un fenómeno que provoca expectación en las masas, ansiosas de hechos insólitos y que tiene poco que ver con el ritual taurino.”

Como verán, esto no tiene nada que ver con que si la mujer tiene la fuerza o no, con que si puede o no realizar un “trabajo” usualmente masculino, sino, únicamente, con su capacidad de ser madre. Es probable que este argumento se interprete, a menudo, a la ligera, pero el trasfondo es mucho más complejo y tal vez en otra oportunidad vuelva a acudir a él.

Ahora, pues, retomo: para celebrar el Día Internacional de la Mujer, la Monumental Plaza de toros México ofreció un cartel histórico: una corrida cien por ciento femenina. Nunca antes en esta plaza una mujer había dado la alternativa, ni otra había atestiguado la licenciatura de otra compañera.

A las 4.30 de la tarde, comenzó, bajo una lluvia de confetis, el paseillo, encabezado por la española Maripaz Vega, la alternante Lupita López y la desmonterada Hilda Tenorio, quien recibió la alternativa, hace poco menos de un año, de manos del matador Manolo Mejía. Parte de la entrada de esta tarde, será donada a la Fundación Mexicana de Fomento para la Prevención Oportuna del Cáncer de Mama.

El primer astado en salir por la puerta de los sustos fue Milagroso, con el número 38, de 478 kg., un cárdeno, botinero,bragado y girón, que lucía la divisa gris, blanco y rojo, propia de La punta a quien Lupita recibió con un farol de rodillas. Las primeras palabras de Maripaz, a la hora de cederle los trastos, fueron: sé que has sufrido mucho por estar aquí, y espero que tengas mucha suerte hoy y siempre… Lupita consiguió una oreja y los aplausos que recibió en su vuelta al ruedo, opacaron la pobre entrada que recibió la plaza.

Después, la moreliana Hilda Tenorio, enfundada en un terno negro con pasamanería rosa y oro, recibió a Cominito, un toro entrepelado, nevado y bragado, de 490 kg. que salió suelto de todos los pases y a quien no pudo cuajarle la faena. Decía al inicio que hizo el paseillo desmonterada, porque esta fue la primera presentación que tuvo después de haber recibido la alternativa.

En tercer lugar entró Maripaz vega, en un vestido vino y azabache, para recibir al de Jesús Cabrera, Kicapu, un cárdeno, nevado, bragado de 483 a quien le cortó las dos orejas.

Hilda le brindó su segundo astado, Zapalinamé, Hilda Tenorio, a Maricela Morales (subprocuradora de la SIEDO) y escuchó un aviso. Luego volvió al ruedo Lupita, por Zarape, el sexto de la tarde, un negro bragado de 505 kg., y después de recibir el tercer aviso, se convirtió en el primer toro que no murió en el tiempo reglamentario (esta temporada), aunque no fue devuelto a los chiqueros. El último toro fue Palomino, que regaló Hilda, aunque desafortunadamente tampoco pudo hacer mucho y también recibió un aviso.

Datos curiosos:

En esta tarde, contrario a lo que sucedió en las 19 anteriores, ninguno de “los matadores” pinchó, aunque no hayan logrado (en todos los casos) hacer doblar al toro con el estoconazo y hubo varios pinchazos. O sea, parece que son mejores matadoras que sus colegas masculinos.

Karla Sánchez , mexicana, es la única rejoneadora con alternativa en el mundo, la recibió de Carlos Arruza.

En fin… ¿qué más se puede decir al respecto? Les comparto un pasodoble dedicado a Cristina Sánchez, que en algún lugar dice: cuando coges la muleta se enamora el mismo sol…

Izcozauhqui, el hijo del sol.



Quién no ha escuchado alguna vez la leyenda de los volcanes. Quién no ha pensado en algún momento que ellos son el símbolo del amor, la entrega, la lealtad y varias cosas más… Sucede que, siempre, una cosa me lleva a otra y un día descubrí otra leyenda sobre el Popocatepetl y la Iztaccihuatl. La luz amarilla, el hijo del sol, se fuga con la que se viste de flores en la primavera, la hija de la luna, a contemplar las maravillas terrestres y fueron condenados por su desobediencia (alguien les advirtió que si abandonaban los jardines celestes serían castigados). Hoy, Izcozauhqui y Coyoxauhqui adornan los horizontes en los que descansamos, muchos, nuestra mirada.

Qué cosas éstas, las del Señor Amarillo ¿no?… quién iba a decir que puede tener 2,500 años, cuando mucho, o 1,900, cuando menos. Creo que hoy aprendí muchas cosas sobre él, y recordé muchas otras sobre Acaxochitlan, sobre sus paisajes, sobre su gente, su comida; el olor a copal que lo acompaña en mi memoria. La Muestra Cultural en honor al Izcozauhqui, se celebró en el auditorio Salvador Toscano, del ex-convento de San Francisco (que también alberga al Museo Nacional de la Fotografía).

El día comenzó, como es costumbre (al rededor de las once de la mañana) con el tradicional xochipitzahuatl, “la flor menudita”, que en su sentido religioso evoca una ofrenda a la Madre tierra, es un símbolo de comunión, un ofrecimiento de respeto.

El acto oficial inició con la bienvenida del Lic. Miguel Ángel Caraveo Chavez, quien explicó la importancia del evento, la necesidad por difundir la cultura; agradeció a los niños de la comunidad de Santa Ana Tzacuala, quienes participaron en la danza; a las autoridades que aceptaron la invitación y a la “responsable” de que estuviéramos ahí. Como siguiente acto, el presidente municipal de Acaxochi, Julián Perea Castelán, refrendó los agradecimientos y avisó que en mayo de este año, el Museo Arqueológico del Municipio, abrirá sus puertas para mostrar las riquezas que les pertenecen.

Después, los niños de Tzacuala participaron nuevamerte, ahora con el Canto a Hidalgo; con sus voces, mi mente voló al pasado, recordé que al escuchar Soy región, mientras atravesaba La Pampa, me preguntaba si habría una canción, en mi tierra que me conmoviera de la misma forma… hoy la escuché, primero en náhuatl, en voz de los niños de Tzacuala, y volví a estremecerme como entonces, sólo que esta vez no pude contener el llanto porque la sentí propia: soy un cielo de obsidiana luciendo una luna de plata perfecta. Soy viento en la nopalera soy bosque y pradera, el grito naciente de la libertad.

http://www.youtube.com/watch?v=MOqoKUvMCfQ

Después de esto, fue la plática sobre el Señor Amarillo, y en ella profundizaré un poco más, la Mtra. Olga Castañeda leyó una carta que le escribió al Izcozauhqui, para compartir con los asistentes su sentimiento; con la voz quebrada le agradeció por el tiempo que permaneció con ella, segura de que donde quiera que se encuentre seguirá cantando las maravillas de su cultura. Luego participó otro niño, de quien desafortunadamente no recuerdo el nombre, con una poesía dura que volvió a enchinarme la piel, se llama Maldita crisis, y con ella ganó el primer lugar de declamación en la Zona Escolar 42, de Escuelas Indígenas.

La siguiente participación fue sobre los datos técnicos de Izcozauhqui, a cargo del arqueólogo Carlos Hernández Reyes quien realizó un análisis pormenorizado de cada detalle de la pieza arqueológica; también comentó que sería importante que el Museo Arqueológico de Acaxochitlan, contara con las condiciones necesarias para resguardar a Izcozauhqui, y él vuelva a su tierra; concluyó afirmando que en Acaxochitlan no existe influencia, sino presencia teotihuacana. En la sesión de preguntas y respuestas que estaba programada, alguien levantó la mano para saber con quién podría compararse el Señor Amarillo, si hay proyecto para continuar con el descubrimiento de vestigios, cuántos años tiene la pieza… en algún momento creí, debido a que el arqueólogo hizo hincapié en la controversia suscitada en días pasados entorno al personaje, que alguien haría mención de la denuncia o los “delitos”, pero nada… entonces pensé que es sencillo resguardarse con cualquier identidad, para lanzar acusaciones.

Después de la última declamación, se hizo mención de la exposición de indumentaria acaxochiteca para dar paso al corte del listón y descubrir el lugar que ocupará por los siguientes dos meses, en el recinto, el Señor Amarillo.

Una vez cortado el listón y develado Izcozauhqui, una maracame huichola comenzó una hermosa ceremonia, con cantos para alabar al Dios del fuego, haciendo partícipes a los asistentes al repartirles instrumentos para que se integraran a la creación de la música que acompañaba los rezos.

Izkozauhki, el señor amarillo de Acaxochitlan.


Creo que esta vez sí lo voy a hacer abiertamente personal: ¿se acuerdan que hace un par de semanas estaba yo que trinaba de coraje porque acusaban a mi mamá de saquedora y sabe dios cuántas tarugadas más? Alguien se preguntaba por qué me molestaban los adjetivos que utilizaban para calificarla y entonces solté una enorme y relajante carcajada… hay que ser corto de entendimiento para hacerse esa pregunta. Pues bueno, un día decidí que ya no iba a caer en provocaciones y mejor sería esperar y confiar en que se resolvieran las cosas de la mejor manera.

Entre los ires y venires, entre los dimes y diretes, encontré que “alguien” decía que ella “enfrentaba una demanda” por robo y posesión indebida de colecciones arqueológicas, entonces me pregunté por qué nunca recibió ninguna notificación ni citatorio al respecto… pues creo que porque oportunamente el INAH dio respuesta a la supuesta demanda y entonces vino lo del circo y la banana.

Entonces me enteré de la buena noticia de la que presumí hace días, de la cual no quería hablar mucho porque no tenía la invitación para compartirla, pero aquí está y espero que alguien pueda darse una vuelta, si no, ya estaré yo reportando el viernes o el sábado cómo sucedieron las cosas. Invitan en INAH en Hidalgo y el Ayuntamiento de Acaxochitlan, en el ex convento de Sn. Francisco, el once de marzo a las once a.m., en la capital hidalguense. Todo pinta a que va a estar bonito y me emociona,échenle una ojeada al programa:

Hay momentos en que los niños no quieren comer y una como mamá comienza a preocuparse o sentirse mal. Cuando Killari comenzó con la dentición pasamos por una etapa de estas, se negaba a comer, sólo andaba moridiendo por aquí y por allá, aunque al parecer estaba de una inapetencia subida, los bastoncitos de zanahoria cruda o la jícama eran algo que disfrutaba sobremanera.

Para cuando estaba por brotar el segundo par, dejó de comer. Yo la imaginaba descompensada, anémica, sabrá dios cuántas tragedias fabriqué en mi mente por un par de semanas que la niña no comía como acostumbra. Creo que su papá me vio en verdad angustiada, porque le habló al querido Bruno (nuestro pediatra de confianza) y él, en pocas palabras, dijo que no me azotara, que para una descompensación o anemia se requería tiempo, y que si era realista, el bodoque en realidad sí había comido, así que me tranquilizó.

Cuando un niño no quiere comer, una vez que se han descartado enfermedades o dentición, y creemos que sólo se trata de falta de motivación, podemos intentar hacer comidas divertidas; hacer de la rutina un evento divertido. Hay un montón de páginas con recetas para los peques, son muy sencillas y bien nos ayudarán a crear un vínculo más estrecho en estos menesteres que a veces resultan engorrosos.

Pierde Acaxochitlan piezas arqueológicas del periódo pre-clásico.

Pierde Acaxochitlan piezas arqueológicas del periódo pre-clásico.

Foto: Olga CastañedaHoy ocupo este espacio para difundir una noticia que, a mi parecer, debería interesarnos, aunque sea como curiosidad. La Mtra. Olga Castañeda, ex titular de Cultura del municipio de Acaxochitlan, Hgo., ha sido víctima de constantes amenazas e injurias por parte de algunos funcionarios públicos (así lo mencionan en la nota de Criterio), como uno de los delegados de la comunidad de Santa Ana Tzacuala (el fulanito no mencionó su nombre, sino únicamente el cargo) y regidores.
Se le acusa, sin fundamento, de “saqueo arqueológico”, gracias a que el arq. Arturo Castelán Zacatenco, al parecer, tergiversó la información y la señala como la culpable de que la comunidad haya perdido las piezas en un intento por adueñarse de ellas. Los vestigios arqueológicos fueron encontrados en territorio nacional, y por lo tanto son propiedad de todos los mexicanos (por muy cursi que pueda parecer la expresión); como testimonio histórico, merecen un lugar decoroso y seguro, y es esa la razón por la cual la custodia haya sido transferida al INAH que, en este caso, parece ser la autoridad competente en la materia. Yo no termino de entender cuál es la molestia real del arquitecto, ni qué lo orilló a manejarse de este modo, lo que sé es que las cosas han sucedido conforme a la Ley de Monumentos y Zonas arqueológicas, artísticos e históricos y no hay ningún sustento para esas injurias.

También La Crónica compartió la denuncia en su edición impresa, y se han realizado algunas entrevistas radiofónicas para ahondar sobre el tema. Hoy es el Día internacional de la lengua materna y tal vez eso me hace pensar que El Señor amarillo (pieza en torno a la cual se ha sucitado todo este embrollo) es un depositario de la misma.
A continuación, comparto íntegro, el boletín que se presentó en diversos medios de comunicación en el estado de Hidalgo:
“BOLETIN PARA PRENSA
PIERDE ACAXOCHITLAN VALIOSAS PIEZAS ARQUEOLÓGICAS DEL PERIODO PRECLÁSICO.
ONG. CONSEJO DE CULTURA ARTE Y ECOLOGIA DE ACAXOCHITLAN
Yo, Olga Castañeda Andrade, convencida de que cuando un pueblo no tiene ni museo ni casa de cultura no puede ser un pueblo completo, he trabajado como lo hacen las Organizaciones no gubernamentales, sin percibir sueldo desde hace trece años, en el municipio de Acaxochitlan, Hgo.
En enero de 2009 acepté ser Directora de Cultura para la administración del Lic. Julián Perea Castelán, de quien recibí apoyo total para la preservación y difusión de la cultura acaxochiteca, desconocida por propios y extraños.
En el semestre que trabajé para la presidencia municipal, tuve la fortuna de ser invitada a Santa Ana Tzacuala, a ver unos “tepalcates”. A primera vista, sin ser arqueóloga, pude notar la importancia del SEÑOR AMARILLO, nombre con el cual se conoce la pieza; se trataba de todo un personaje para la historia y cultura acaxochiteca y para la reivindicación de la cultura otomí, del el estado y la nación entera.
En mis funciones como directora, y con el único propósito de crear el Centro de arte y cultura acaxochiteca, que propuse en el Plan Municipal de Trabajo 2009-2012, y consiente de la necesidad de difundir las riquezas históricas, culturales y naturales propuse rescatar los “tepalcates” contenidos en una cubeta de plástico, para su restauración, con la venia del presidente municipal.
La parafernalia que tiene como decoración la pieza antropomorfa, las 2 flechas en la cabeza, el bastón de mando en sus manos, indica que se trata de un mandón; el disco y el nudo a la altura del ombligo, el plexo solar, representa al padre SOL y la cuenta del tiempo respectivamente; también puede tratarse la deidad del fuego de antes de la era cristiana. Es muy importante la presencia de los colores de la decoración, los 4 colores del maíz, la semilla sagrada para los pueblos mesoamericanos: rojo, negro, amarillo y blanco, éste último casi desaparecido por la mala manipulación de la arqueóloga Angélica Oviedo, a quien se confió la restauración de la pieza y quien recibió pago por sus servicios de parte de la presidencia municipal de Acaxochitlan, posteriormente nos enteramos de que la arqueóloga  no trabaja para el INAH.
Las tres piezas fueron registradas debidamente ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el 27 de septiembre de 2009, para resguardar el inmenso valor histórico que poseen, en espera de que se cumplieran las condiciones necesarias para solicitar al mismo Instituto que transfiriera la custodia a un consejo que incluyera a las comunidades indígenas de la entidad; si he decidido entregarlas al INAH del estado de Hidalgo, es por la serie de intrigas, amenazas y difamaciones de las cuales he sido víctima, que se han presentado desde el momento en que inició mi relación laboral con la administración municipal y se han intensificado con el paso del tiempo.
Así como a los seis meses de haber aceptado el cargo, tomé la decisión de renunciar, debido al constante bloqueo de Arturo Castelán Zacatenco, quien siempre hizo saber su deseo de ocupar mi puesto como director de cultura y no como mi auxiliar.
El actual director de cultura de CDI y supuesto presidente del Consejo municipal de preservación cultural de Acaxochitlan, Arturo Castelán Zacatenco, quien además se autonombró presidente de la Comisión para los festejos del Bicentenario, que pasaron sin pena ni gloria en el municipio, en una muestra indiscutible de misoginia, me denunció ante el INAH y malinformó regidores del actual trienio, convenciéndolos de que yo había actuado dolosamente para realizar el saqueo arqueológico del cual me acusa; afortunadamente, reitero, el registro sucedió en tiempo y forma, conforme a la Ley Federal sobre Monumentos y zonas arqueológicas, artísticos e históricos, para proteger las piezas de algún robo o mal uso por parte del conocido traficante de arte sacro y colonial en el municipio.
No me explico de qué forma se enteraron, pero en el momento en que me encontraba dentro de las instalaciones del Instituto, recibí una llamada de quien se identificó como el segundo delegado de la comunidad de Santa Ana Tzacuala, que tuvo el atrevimiento de amenazarme por el supuesto robo del Señor amarillo; incluso la Lic. María Isabel Morales, del área de trámites y servicios legales, tomó la llamada para explicarle que todo se estaba realizando con estricto apego a la ley, que las piezas no podían entregarse a nadie más que a las autoridades pertinentes, y le sugirió que se acercaran para recibir asesoría en cuanto a cómo debían suceder los eventos en torno a cualquier patrimonio de la nación.
Anexo a este documento las fotografías del SEÑOR AMARILLO y los dos cajetes trípodes, así como los documentos donde se me otorga la custodia por parte del Registro público de monumentos y zonas arqueológicas y los de entrega voluntaria al INAH el pasado nueve de febrero del año en curso.
Creo que a quienes corresponde investigar el caso, es a los arqueólogos calificados en la materia y a las autoridades competentes; espero que cesen las injurias y sea resarcido el daño, que la gente logre hacer conciencia de la gran riqueza de su municipio y dejen de lado los intereses personales y protagónicos que tanto daño le hacen a la cultura de tan hermosa región.
Atte: Mtra. Olga Castañeda.”

Yo también espero que la gente logre hacer conciencia, por lo menos de lo que les pertenece; que entiendan que así como cuidan su tierra o le dan mantenimiento a sus pertenencias, acepten que el Señor amarillo debe contar con las condiciones que lo conserven; nadie se los ha quitado y no les va a costar un peso que se logre el cometido.

CoraSón y Desplante

Ketzalli, Jaime y Anónimo. Foto de Penélope RiveraDESPLANTE de Ketzalli Torres y CORAsÓN DE SORTILEGIO de Jaime Coello Manuell
En esos tiempos en los que nos conocimos no me habría imaginado que íbamos a llegar al lugar en el que ahora nos encontramos. Jaime y yo compartíamos el gusto por la literatura, la música, el placer, las charlas prolongadas y creo que no mucho más… Compartimos, también, en aquel entonces, un par de lecturas con otros poetas organizadas por Mónica Gameros e Israel Miranda, y dicen que si no fueron más fue porque me puse de “diva” (aquí confiezo que moría de miedo: Max Rojas, Jaime Coello, Mónica Gameros, Israel Miranda, Édgar y Óscar Altamirano, Mauricio R. Pacheco…). Han pasado casi tres años desde entonces, lo digo y me parece nada, pero es buena párte de mi vida.

Diseño de Carlos Hamat Guevara


El 12 de diciembre de 2010, vió la luz CoraSón de sortilegio, hasta ahora, última entrega poética de Jaime Coello Manuell; se terminó de imprimir en el ocaso del centenario de la publicación del Manifiesto Futurista; “acto culminante de Editorial Andrógino” proyecto de Tanya Cosío y Marco Fonz. Es un libro plagado de juegos simbólicos de todo tipo; es un libro para escuchar en voz del autor, que lo toma como partitura para interpretar algo que podría llamar melodía chilanga; para ver por el puro gusto de atestiguar la lúdica mezcla de los signos tipográficos; y para leer y estremecerse en silencio a cada verso.

Diseño de portada: Ketzalli TorresCinco días después nació Killari, también en el ocaso del centenario ya mencionado y nuestra historia tomó otro curso.

En mayo de 2010 imprimí por primera vez, y bajo demanda, DESPLANTE; esa primera edición consta de tres ejemplares, dedicados a ellos dos, por ser, estar y compartir. Es, también, un libro lleno de símbolos, desde el color que elegí para la portada y los elementos que la integran hasta el epígrafe que lo cierra. A manera de prólogo tiene 1 revoloteo, último poema que Jaime incluyó en su CoraSón. No es un poemario propiamente dicho, pues incluye un relato, un miniensayo y un cineminuto. DESPLANTE encierra mis tópicos de vida: el vuelo del colibrí, los toros, el amor en el que había dejado de creer y la angustia por lo que se escapa de las manos.


El próximo martes (22 de febrero), a las diez de la mañana, ambos leeremos en la Escuela Preparatoria Oficial 160 del Estado de México; yo espero que se me haya pasado ya ese miedo de compartirme a su lado, que no me ganen los nervios y que los chavos disfruten la lectura.

Nostalgia compartida

Esta entrada es de hace un par de semanas, se había publicado en otro blog, (que no es público, jajajaja)… así que no pude compartirla con nadie, jojo… en fin.

Pensando en Iliana Ávalos (@DonnaHerminia)

Acabo de leer el post de una amiga… ella llora, mientras espera su vuelo… tuvo que despedirse de una bola de pelos y yo me entristezco con ella. Hace poco menos de un año yo también tuve que despedirme de un amigo… también fueron trece años de estar juntos, también me sentí un poco muerta, doblemente muerta, porque además él era el hijo del que será por siempre mi mejor amigo.
A veces, cuando pienso en el futuro, me siento extrañamente culpable. “yo creí que era muy pronto para un perro” (suelen reprocharme)… nunca es pronto cuando sabes que el verdadero valor de la amistad se conoce cuando tienes un perro.
Tal vez mis conceptos de vida no son, ni de lejos, los más saludables ni cuerdos ni prudentes, y tal vez por eso me empeñé en comprarle una mascota al duende. Lo que sé es que pronto entenderá la lealtad y lo incondicional de la amistad y el valor del silencio… aunque también pronto aprenderá sobre la muerte.
Cuando el duende llega de la escuela, y mira a la perra, se desembaraza de los brazos de su papi diciendo “mia, mia” mientras alarga las manitas para alcanzar a una amiga que todavía no tiene muy claro que lo es; Killari le jala suavecito los bigotes y la otra se deja hacer.
Cuando el mirar de la Musa se clave en sus ojos, cuando con su lengua enjugue el llanto, cuando se de cuenta que no hay mejor almohada ni mayor confidente que su perra, cuando sienta que en realidad hay alguien que no la juzga, que todo lo soporta y todo lo perdona… entonces, tal vez, alguien más sepa que nunca es demasiado pronto.
Después, conocerá otro tipo de amistades, y cambiará sus conceptos, y la lealtad y el silencio y todo lo demás serán un recuerdo…

mmm... no sé si ya les había dicho.

Estoy administrándome un blog que termine de convencerme la vista; blogspot me gusta mucho: tiene colibrisos rosas!!!! pero, en wordpress me encontré una plantilla que me gusta mucho más (y es verde, como esa bruma que me envuelve). La nueva dirección es:

http://ketzalitorres.wordpress.com/

Lo que hice en ese blog, fue importar creo que todas las entradas de éste, pero hay un par que sólo podrán leer allá; los espero.

Alicia, la del país de las pesadillas.

Ayer cerré un ciclo en mi vida. Un ciclo largo, tal vez importante. Tres años menos dos meses de docencia en la misma institución terminaron en un instante. Alguna vez me sucedió escuchar conversaciones que no debí escuchar, o recibir mensajes que no tendrían que ser para mí, o leer textos que de ninguna manera me hacían bien, y en alguno de esos momentos supe que el que busca encuentra y dejé de buscar, porque a veces los hallazgos hacen daño.




Pero ayer fue distinto, hablé para exigir que se cumpliera un acuerdo y en vez de eso, por falta de atención del otro lado de la línea, escuché una serie de comentarios (de una tipa que llamaremos Alicia y quien la conoce sabe a cuál me refiero) que yo no podía dejar pasar por alto; con todo y mi primera intención de volver a hablar para mentar madres, en un arrebato de prudencia decidí que sólo hablaba, otra vez, para hacer respetar dicho acuerdo (el horario de entrada al trabajo).



Después, ya con la temblorina que provoca la rabia y la dignidad, hablé para renunciar. Porque uno puede necesitar cierto trabajo, pero bajo ninguna circunstancia puede tolerar que la vida personal se mezcle con la laboral. Y, sobre todo, no puede vender la ética, la integridad, el tiempo, la estabilidad emocional y un chorro de cosas más, por unos pesos. Siempre que se trató de trabajo, tuve la inteligencia para aceptar críticas y sugerencias, pero se rompieron las barreras del respeto.



Mi jefa me preguntó por qué no me quedaba a terminar el ciclo en secundaria, sólo reafirmé mi negativa: si los alumnos con los cuales uno se involucra no tienen el más mínimo interés por aprovechar las circunstancias que les brinda la vida, yo no tengo por qué sacrificar mi hígado; si ellos no han mostrado una evolución considerable (o mínima) en el tiempo que compartimos, no hay por qué seguir adelante. Uno defiende y lucha por lo que cree bueno para todos, cuando no hay nada ni nadie qué defender, la lucha es inútil.



El sistema educativo es una mafia a la cual no me gusta pertenecer. Cuando por un lado son las competencias con las cuales debe evaluarse el aprovechamiento académico y por el otro el el dinero el que en realidad determina esa evaluación, la educación se convierte en una farsa, en donde las instituciones llevan como bandera el compromiso de hacer de los estudiantes individuos capacitados para enfrentar la vida, pero en realidad lo que intentan es incrementar la matrícula (y con ella, obviamente, los ingresos).



Lo que en verdad le interesa a la escuela es alcanzar un primer lugar estadístico a nivel zona, no importa que los números estén irrisoriamente maquillados. De pronto ese conformismo me parece terrible: lo que cuenta son los dieces, u ochos (o ya de menos séises). Ejemplo: el examen teórico tiene un valor de 60%, y las rúbricas un absurdo 40%, pero si un alumno decide echar la weba olímpicamente, no puede sacar cero, el sistema de la zona le regala un cinco, supongo que por el simple hecho de pertenecer a ésta; luego, como la asistencia forma parte de la evaluación, el cinco se convierte en seis; además, una política interna, en orígen interesante, promueve que la mínima aprobatoria es siete, entonces hay que dejar trabajos extra para que en un último intento los estudiantes acrediten la materia, aunque sea de una forma tan mediocre.



No quiero decir que las cosas estén del todo mal. Ni que todo el equipo de trabajo de la institución sea incapaz de llevar las riendas de la escuela, muy por el contrario creo que es gente muy capaz que no tiene otra opción, que hace lo que puede para ir contra corriente y que, como yo, no sabe cómo explicar este malestar. Pero como dicen, siempre hay un negrito en el arroz.



Tal vez, sólo tal vez, se trate de que no me supieron explicar, o no supe entender, cómo se maneja esto de la enseñanza; que he encontrado en la lengua el refugio perfecto, un escape del mundo que cada vez está como más raro y quise compartirlo y no me conformé con un@; que de pronto, aunque no duelan, las puñaladas traperas sorprenden con todo y que se les espera; que según la filosofía popular, un final representa el comienzo de algo mejor, así que espero que para todos aplique; que voy a extrañar a la gente que quiero, las travesuras incomprensibles de mis alumnos de bachillerato (incendiar un pino, destrozar un pizarrón, agarrarse a patadas y tubazos, o emborracharse a la menor provocación); que me voy en paz y espero que nos volvamos a encontrar en mejores circunstancias (salvo una excepción).

entrada emergente

¡¡¡¡¡¡Que dicen que ya no soy leo!!!!!! Ni ella sagitario, ni él escorpión, ni el otro acuario, ni la otra virgo. Que dicen que estamos viviendo la predestinación de otra persona. Y yo digo: ¡ah, chingá, cómo que no!

Yo me convertí en cáncer, y ella en ofiuco, y luego la leo es ella, y que él ahora es virgo y el benjamín resultó capricornio...

Y bueno, la onda es que todo cambia, pues... o, más bien, algunas cosas suelen acomodarse como estaban. Total que a mí no muy me importa, más que leo me sentía tortuga y pa los mayas las cosas se quedan como estaban.

Meras curiosidades.

de un pasado no muy lejano

La mina se arrastra a mis pies

lame los pliegues de mi sombra

porque entre las sombras se mueve

mueve los escombros de su futuro frustrado

Trepa mi recuerdo en un intento por untarse caricias que no le pertenecen

manosea con sus pestañas rancias mi ventana,

pretende asirse a la mirada del hombre que me ama

la intuyo del otro lado, anudando sus tripas de coraje,

para estrangular los sueños que le ulceraron las entrañas

ahí les va un cuento al vuelo

Todo comenzó como una piedrita en el zapato
 
La primera vez que Paola sintió la piedra, decidió que iba a soportarla. Era mucho más complicado desanudar el zapato y luego sacarlo pa arrancarla de cuajo.

Después, supongo que cuando había ampulado, supuso que todavía podría soportarlo. Al pisar le incomodaba, pero siguió creyendo que sería trabajar demasiado al tratar de sacarla.

La tercera fue un giro de tuerca, la piedra se encapsuló, y el líquido amortiguaba el dolor. Así pasaron los días, mientras Paola trataba de olvidarse de la herida, a la par que el calzado le daba cabida.

Un día decidió cambiar de zapatos y compró los que había en un anticuado anaquel. Como los anteriores le gustaban demasiado decidió colocarlos en una repisa. La mencionada repisa estaba de frente a la puerta, así que siempre que entraba los zapatos le recordaban que había abandonado su vida pasada. Este recuerdo no venía desde la cabeza, sino desde la planta derecha del pie. Cada dos pasos sentía un hachazo, porque el cuero del nuevo calzado todavía no se había ahormado. Entonces todos los días recordaba la maldita piedra y la malora en que decidió dejarla. Y Paola se tocaba el talón, y se frustraba porque no podía hablarlo. No era grande, pero tampoco pequeña… lo suficiente como para que hiciera mella. No era fría, y aunque tampoco caliente, pero quemaba. No era rugosa, tampoco lisa, pero desgarraba por dentro. Y se cansó.

Sucede que, cansada, Paola les pidió a los reyes que le quitaran ¿del corazón la espina? Lo que pasa con aquello de los sueños es que mal acomodan la información… aunque no hubiera sido ni en el zapato una espina, ni una piedra en el corazón. En sueños Melchor le dijo que no había modo, que tenía que escupirla, que no saldría de otra manera. Entonces ella abrió los ojos y dijo:

-Tengo una piedrita en el zapato.
-Pero no traes puestos los zapatos.
-Entonces la piedrita está bajo la piel.
-Cómo vas a tener una piedra bajo la piel.
-Sí, mira, aquí, en el pie.
-Es que, pequeña, eso no puede ser una piedra.
-Tienes razón, no es una piedra: es una maldita estrella.