Estoy hecha
de la materia de tus sueños.
Juego a robar
el brillo a la luna;
a ser sombra
y adherirme a tu ser.
Sin querer cantarte,
me convierto en ave,
me adueño de tu voz
en el viento y vuelo
para quebrar de algún modo
este silencio.
Pero te amanece,
dejas de soñarme,
No seré más ave,
que le cante a nadie
si antes del amanecer
no puedo anidarme
en el limo de tu piel.
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