MÁS DE LO MISMO

Como de costumbre...
no te atreviste a morder el anzuelo.

Por no abrir heridas,
que son futuras cicatrices:
hiciste tuya la carnada
mordiendo de lado,
para no dejar rastro.

Pobre del pescador
que al final del día,
se le habrá ido el tiempo
y la vida.

1 comentario:

  1. y al spectador también se le va la vida y el tiempo?

    seguiré leyendola prontamente.

    saludos!

    anna

    ResponderEliminar