Amanecer acolhua

En mi lecho palpita un verso...
latido incipiente,
palabra florida;
perla salada
de mar texcocano.

Pedacitos...


A lo largo de la vida me han amputado,
poco a poco, lo que soy:
por enfermo, por molesto, por favor,
por ejemplo, por mucho tiempo...

Un pedazo de corazón,
el primer sueño,
un pulmón,
el meñique del pie derecho,

Algunas ideas,
Dos o tres recuerdos…

La mano izquierda,
que me falta
de unos días a la fecha,
estaba gangrenada;
no podía salvarla…
aunque no tuvimos duelo,
tiempo de aceptación,
la extraño aunque, en realidad…
en realidad no haga falta.

¿Pero mi brazo?
¿El derecho?
El que nomás utilicé
pa sentirme completa...
Él, según recuerdo, no estaba enfermo
sólo se fue, se consiguió otro cuerpo
que hoy me crece, se mueve dentro…

***

un colibrí amoratado
con un par de nudos
que lo ligan al pasado

***

Otra vez duele la espera;
tribula la sangre
arde el recuerdo.

Y el mundo da vueltas
el duende protesta
el alma se agrieta

en el viento se escucha el eco
de un vuelo fracturado.

***

los días caen como gotas
Luz de luna,
que habrás de libar.

***

De todos los que se han ido
No más, quedan los versos,
olvidaron los besos…

***

Todavía, el humo en las venas
De vez en cuando una bocanada
Y en la boca nada

Alma bella**


Y tú alma bella que restriegas tu belleza a mi cuerpo,
criatura creada a imagen y semejanza de una lejana noche de amor de la que únicamente yo debiera acordarme, debiera

Especie de canción contra la cual se estrella mi espantosa memoria ciega, tierna especie de nada, palabras como golondrinas en un granero vacío.

Y tú, porque esta invocación deja de ser un lugar común cuando se trata de ti que en nada te distingues de las otras como no sea por el exceso de tu alma.

Invocación tú que eres como el amor un lugar común tan difícil para mí de intercalar en mi vida que ahora mismo no sé qué hacer contigo quizás destruir este poema estoy sinceramente vacío no gano nada con emocionarme mientras te hago esperar...

No quieres comprenderlo ni yo puedo decírtelo; por las palabras empieza mi temor por ellas de las que me he servido demasiado tiempo para orillar este silencio al que me siento ligado como un loco a los tormentos del mar, en los malecones.

Es una asfixia hablar, dar las explicaciones que nunca aclaran nada, destruir con la palabra lo que se ha construido sin ella: el poema de circunstancia la alegría de un momento es una asfixia

Se vive en esto cuando se ha perdido la vocación de lo eterno y el alma pasa a convertirse en un malestar más en un bienestar pasajero o en una tempestad para orillarla en los momentos de locura, pero tú que no eres más que una especie de canción desprendida de la memoria por donde este viento con su crueldad inveterada sopla de nada te servirá inclinarte, vuelas, y ninguna metáfora que te convierta fácilmente en un juguete nuevo de la tempestad dará una puta idea de lo que para una muchacha significa perder por un momento un alma como la tuya me abstengo: dejo a un lado la flor y el fruto pienso más bien en el miedo y en la náusea sinceramente vacío y en cómo una ciudad entera puede convertirse como por arte de nada en una tierra de nadie: esta ciudad demasiado real para tu historia en que la historia reina como en una colmena fecundándolo todo.

Es lo que yo he vivido hasta el cansancio cualquiera pensaría que me he propuesto vengarme de ti de los deseos infantiles reprimidos o algo por el estilo,
de ti que eres una invocación esperándome a cada vuelta de mi insoportable retórica como decírtelo, inocencia: soy la literatura el viejo inofensivo ojalá

Necesitaba amarte así fue devorada caperucita en el bosque cuestión de instinto carnicero pero por sobre todo de cuentos infantiles que terminan bien contra viento y marea, lobo y bosque.

No has perdido uno sólo de tus cabellos en mi vientre

Aquí estás intacta en lo que digo de ti intocada como lo estará siempre un alma digna de este nombre, perdóname, y un cuerpo para el que la palabra alma no tiene más sentido que para los pájaros su propio canto incontenible

Yo seré -este es mi papel- nada más que un momento ni siquiera un castigo a tu distracción a tu desobediencia estamos cansados de todo esto, un momento de angustia en lo oscuro: el extranjero
que desespera por unirse a la vida en una ciudad como esta, a la vida de la que tú eres, después de todo, una pequeña imagen fiel a semejanza del amor a la vida, inolvidable.

-Enrique Lihn-

**de La musiquilla de las pobres esferas.

Hace días que no puedo aterrizar nada pero este blog está abandonado... hace un rato me tropecé con Alma bella; se me antojó compartirlo y, tal vez, dedicarlo.

Un fragmento de Dualidad

...
Vanidad, ingenua paraninfa de la vida
triste heraldo del Silencio
apaga tu voz de nostálgica alborada
que no tiene eco, ni brinda sosiego

vuelve a forjar esperanzas,
para reflejarlas luego,
en parámica hondonada.

ANTES DEL AMANECER

Estoy hecha
de la materia de tus sueños.

Juego a robar
el brillo a la luna;
a ser sombra
y adherirme a tu ser.

Sin querer cantarte,
me convierto en ave,
me adueño de tu voz
en el viento y vuelo
para quebrar de algún modo
este silencio.

Pero te amanece,
dejas de soñarme,

No seré más ave,
que le cante a nadie
si antes del amanecer
no puedo anidarme
en el limo de tu piel.

A quien corresponda:

"Amar es un pretexto para adueñarse del otro...
¿cómo amar sin pedir nada a cambio,
sin necesitar nada a cambio?"

Excusatio non petita, accusatio manifesta

Cuántos "no se lo digas a nadie" te pertenecen?
Cuántos "nunca" vamos a sumarle a esta historia.

Cuántas veces me perteneciste?
Cuántas veces te pedí algo?
Cuántas veces formaste parte de este mundo
en el que me construyo y desvanezco?
Cuándo has estado en mi futuro?
Cuándo florecerás en el pasado?
Cuándo aceptarás que es a ti
y no al aire?
Cuándo hablaré libre?
Cuándo diré "te amo"?

Con el coraSón latiendo en las entrañas.

La primera vez que esta idea dio vueltas en mi cabeza, estaba entrampada en El Silencio. Leía TAUROMAGIA. Capítulo III.- Para una estética del toreo. III.- Ángel, musa, duende: "...Es posible que unos tengan más predisposición que otros para el duende, pero también es cierto que éste aparece cómo y cuando quiere, sin horas ni controles, siempre con sonidos, acentos y formas nuevos y viejísimos, siempre de abajo arriba como si saliera de la tierra, de la entraña de la tierra, de la raiz oscura de la tierra."



Ayer, bajo la lluvia, curiosamente, me apareció la fuente: Teoría y juego del duende. Federico García Lorca, Madrid, 1933. Al llegar a casa y dar con la versión completa, tuve una regresión no muy profunda, 7 de mayo de 2009: el positivo marcó el cambio de tercio; las dos verticales paralelas (líneas equidistantes entre sí y que por más que se prolonguen no pueden encontrarse) se clavaron como el primer par de banderillas. Había aparecido. Luz de luna significa su nombre.

"El duende no juega con superficialidades, con las formas, sino que penetra hasta la raíz última e ínima, buscando siempre el dintorno esencial y dolorosamente escondido, el meollo más entrañado y entrañable."

El duende, como dice Lorca, 'es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar... Sólo se sabe que quema la sangre, como un tópico de vidrios, que agota, que rechaza toda la dulce geometría aprendida, que rompe los estilos... Los grandes artistas saben que no es posible ninguna emoción sin la llegada del duende... La llegada del duende presupone siempre un cambio radical en todas las formas sobre planos viejos, da sensaciones de frescura totalmente inéditas, con una calidad de rosa recién creada, de milagro que llega a producir un entusiasmo casi religioso.'


"El duende da órdenes y no obedece, es como una maldición que aflora en un momento indeterminado, calienta el corazón, desgarra la garganta y nos domina empecinadamente, furiosamente, como en una arrebatadora posesión. El duende embriaga como un sorbo de raza. Y agota."


P.D. El Silencio se siente tranquilo al saberte observándo, desde la barrera, su danza fúnebre con El Duende.

Mujer Luna


1. EXT. CABAÑA. NOCHE
Al interior de la cabaña termina de extinguirse una tenue luz. Se abre la puerta. RODRIGO (35) y JULIA (25) salen tomados de la mano. RODRIGO mira hacia el cielo, y al tropezar con la luna llena, baja la vista. Caminan hasta perderse en el bosque.
2. INT. CARRO. NOCHE
ELIZABETH (27) se estaciona frente a la cabaña, se quita los guantes, enciende un cigarro y toma una pequeña caja de madera. La observa con tristeza.
3. INT. CABAÑA. NOCHE
ELIZABETH cierra detrás de sí la puerta. Abre la caja, es una navaja con una etiqueta que dice “feliz aniversario”. La deja, abierta, en la mesa. Observa alrededor: la chimenea, la mesa de centro, el cenicero, las cenizas, la luna detrás de los cristales.
4. INT. CABAÑA. NOCHE
RODRIGO entra, toma la navaja y se acerca a ELIZABETH que, sentada en un sillón, lo ve sorprendida.
RODRIGO
Feliz aniversario.
Le acaricia el pelo y le corta la garganta. JULIA se acerca a RODRIGO y lo ayuda a incorporarse mientras ELIZABETH se extingue.

AUSENCIA*


Ausencia, oleada de cristales rotos,
Subes, reptas, desgarras…
… todo el tiempo,
me reduces a la nada.

Luego me desparramas,
en el charco de mi sombra,
el alma ensangrentada.


*Hace mucho de esto... asi que casi es trampa, pero nomás es para no ausentarme tanto de mí misma, aunque la foto sí es nueva.

Segunda y (espero que) última.


Hoy amaneció convencida de que no es posible deshacerse de las caricias, pero tal vez dentro de poco las olvide; imposible escupir el pasado, por mucho que le revuelva el estómago; cada quien llora como puede; en realidad no es la única, pero se conforma con su mentira; necesitó un arrebato, pero las llaves ya están en el canal; le es imposible dejar sus muletas; si está en su cama… no hay abismos (aunque tampoco haya compañía, jaja); no importan los cimientos, importan los castillos; simplemente no puede; volverá a cometer los miiiismos errores, pero hoy no le importa; no sabe cómo se hace un tajo; es probable que de por vida le quede la cicatriz de cortos caminos; no importa cuánto se fije, volverá a buscar la piedra pa tropezarse a propósito; si uno olvida algo, es porque algún día tiene que volver; son agruras; sí son idiotas, pero no le pusieron una pistola pa aceptar las culpas; en realidad le habla, aunque no por su nombre; no puede no pensar; la amabilidad se gana (igual que el respeto y el cariño y el rencor o la indiferencia); la soledad es un mito que se inventó; en realidad, no es independiente; el rencor sí da cáncer, pero se cura con la venganza, jajaja…; no es necesario hacer drama, los cristales rotos pueden lastimar a alguien; como diría Galileo “Epur si muove”; Dios no cumple antojos ni endereza jorobados.

La mujer que me habita, hoy, amaneció rencorosa, con ganas de repartir amargura y:

1.- Devolver las caricias que una noche le pusieron en las manos.
2.- Escupir los besos que recibió por miedo o compasión.
3.- Llorar estúpidamente porque no es capaz de hablar.
4.- Convencer al mundo que ella es la única responsable del vacío que dejó de serlo.
5.- Tirar al canal el sobrepeso en su llavero.
6.- No depender de un conejo que le acomode los sueños.
7.- Evitar a toda costa los abismos que se forman entre su lado y el otro lado de la cama.
8.- No volver a construir castillos en el aire.
9.- Dejar de recordar, así como hace dos meses dejó de fumar.
10.- No volver a dar sin que le pidan, aunque eso sea quedarse con las manos llenas.
11.- Ser capaz de cortar de tajo todo lo que no la deja avanzar.
12.- Entender que los ojos verdes nunca serán (en realidad) el color de un largo camino.
13.- Fijarse por dónde camina.
14.- Jamás, jamás, tener un cepillo de dientes en un baño que no sea el suyo, aunque eso implique no lavarse la boca.
15.- Hacer una pira con todo lo que ha escrito.
16.- Arrancarse del esófago la tristeza.
17.- Secarse el llanto con la piel de dos o tres idiotas que le hicieron cargar culpas que no le correspondían.
18.- Poder hablarle a su amiga imaginaria (que en realidad no es amiga imaginaria y necesita sentirse querida y aceptada).
19.- No pensar en los 26 años que lleva arrastrando.
20.- Ser un poco amable con quien realmente lo merece.
21.- No quejarse de la soledad sin la cual ya no sabría vivir y que pronto perderá para siempre.
22.- Explicarle a algunas personas que la “independencia” es un accidente, no la sustancia(*).
23.- Convencerse de que el rencor da cáncer, cuando no es manejado adecuadamente.
24.- Tener el coraje para correr a los brazos de sus papás y decirles que los necesita.
25.- Sentir que lo que lleva dentro se mueve.
26.- No cumplir 27 años.

(*) Tómese como referencia la definición aristotélica de "accidente" y "sustancia".

A veces uno se acerca a la ventana y, hacia abajo, la gente hormiga transita confundida; a veces uno abre las manos para sentir el vacío y disipar la verde niebla que inunda el balcón de algún cuarto o quinto piso; a veces uno mira el horizonte y entre los edificios algún arcoíris promete un “otro lado” con todo y su duende y su tesoro; pero a veces uno sólo mira edificios, sin horizonte ni pedacitos de cielo ni ollas de oro, no hay quintos pisos ni gente hormiga ni nada.

A veces uno se encuentra a ras de piso, se asoma a la ventana, y cree que lo que hay detrás del cristal es el jardín de un nuevo hogar.

Pero ahora que me acerco a la ventana, no veo nada. Pero sí hay un duende.

Extensión de dolor


Dueles a cada paso
de las calles que camino
y no vas a mi lado.
En los atardeceres
…los de todos los días.
Y los amaneceres.

Dueles en los rincones
en tu sombra
que nunca piso
…en el aire
…por eso no respiro
Dueles en los besos
de otros
en las manos
de otros
en los huecos
y en los vicios
y en los sueños
y en los vacíos
Dueles en las horas
(todas las horas)
cuando me siento a escribir
y te me pierdes entre las letras.
Te me escurres de las manos.
Como se me escurre el agua…
o el tiempo...
…la tinta
…la vida
¡carajo
la vida!
Dueles en los espasmos
(ficticios)
de mis entrañas.
Dueles en la poesía
…la noche
…el silencio
…y el ayer…
En el listón de plata que me ataste a la muñeca
me Dueles en la cintura
y en los brazos
y en la herida
(de la otra… otras…)
Dueles en estos labios que se marchitan.
En estas manos frías
que se quiebran de tristeza.
Dueles en la huella de mis pasos rotos…
…pasos de otros

Dios entre nosotros


“Papá por treinta, o cuarenta años…
brazo mío, palabra clara corazón resuelto.
Padre, abuelo, hijo, hermano mío…”
-Jaime Sabines-

De voces hebreas
se prendió un rumor al viento
para traer desde lejos
el significado del silencio;
nosotros, que somos eco,
sombra, final, piedra en tu camino.

Lo que te sobra en la tierra de Emmanuel,
es el recuerdo:
el de la sangre
que renunció a ser agua
para convertirse en vino.

Sobras, porque el tiempo te redujo,
Pero Manuel es historia, derrota y victoria:

Hay uno, el Belgrano,
que ondea, celeste y blanco,
en un cielo lejano.
Otro, quien Nocturno
le cantó a Rosario.
Y el demonio de pasión
que lidia mis recuerdos.

Manuel: aunque quieras renunciar
a ti mismo y a tu padre,
Manuel, también es tu hijo
y si llega, tal vez, el mío.

Papá te digo, Manuel…
por no decirme soledad.

MÁS DE LO MISMO

Como de costumbre...
no te atreviste a morder el anzuelo.

Por no abrir heridas,
que son futuras cicatrices:
hiciste tuya la carnada
mordiendo de lado,
para no dejar rastro.

Pobre del pescador
que al final del día,
se le habrá ido el tiempo
y la vida.

(Yo) A besos el mate y (tú) el dulce a cucharadas


Me cansé de esta angustiosa soledad
y sólo para distraer a la ansiedad
Con sangre, tu recuerdo, me puse a cebar.

Con mil besos a la bombilla hirviendo
borré de mis labios todos tus excesos.

Cuando me dispuse a no beberte
yerba sudaca, de tu infierno volviste,
insoportable esencia aguamarina
a convertirme a fuego lento
en dulce de leche andina, clandestina,
para consumir a cucharadas mi universo.

Dejas caer de tus manos mi cuerpo yerto
sobre las lunas medias de tu ser abyecto
y luego compartes con “ella”
facturitas de manteca
acompañadas de mentiras
y amargos sueños nuevos

Aves y Alacranes


“¿Lograrán tus alas ahuyentar
las sombras D’ mis desechos?”
-Jaime Coello-

Me enteré que se te fue un poco de vida
en arrancarle las alas a la que vuela:
grabar tus sueños en aquel cuerpo,
-¿esbelto?-
dejar en sus costados un par de heridas
para ahuyentar tus deshechos.

Sin ser amante de tu boca, de tu voz, de tu anhelo,
ofrecí mi vuelo como amuleto:
que te sirva para seguir volando ajeno
y cicatrizarme en tu afán de aferrarte al viento.

Pero estás condenado a la tierra,
a ella te aploman soledad y tristeza:
antes que tu sinople aguijón inocule en mi pecho,
caerás al pantano de mi sombra
en impostergable abatimiento.

Letanía


Mujer-alma encadenada al silencio.
Mujer-calma perdida con el tiempo
Mujer-noche eterna, antiguo consuelo

Mujer-quimera espejismo de ensueño
Mujer-estrella tatuada en el cielo
Mujer-niebla encarcelada en su aliento

Mujer-lealtad infame felonía
Mujer-mentira ingenuamente urdida
Mujer-falacia amuleto del amor
Mujer-estatua hecha a golpe de cincel

Mujer-bruma difundida en el viento
Mujer-luna derramada en el agua.

Mujer-principio y fin de mi camino
Mujer-muerte marcada en mi destino
Mujer-vida inerme esbozo de mi alma
Mujer-sombra adherida a mi piel

Mujer, ven a sentarte a la orilla del aire.
Mujer de nadie apaga el eco de mi voz.

Ketzalli: México DF, 1982.
Estudiante de Lengua y literaturas hispánicas (UNAM). Hace mucho, mucho tiempo, comencé a escribir, pero hace muy poco que comencé a formarme como escritora. Y de eso me di cuenta porque hace mucho más poco tiempo alguien me dijo: “es lo único que tomas en serio” (y tal vez sea cierto).

No sé cuándo me convencí(eron) de que, en algún momento estas cosas llegan a ser útiles, aunque aun no logro descifrar para qué. Primero te preguntan si tienes blog, luego, que por qué no. Y si no, pos entonces te piden reseñas biográficas para hablarle de ti al mundo. Y qué puede hacer uno en esos casos. Cómo defenderse de semejante ataque. Y a estas dos interrogantes sigue una enooooooooorme lista... Quién soy. De dónde vengo. Para dónde voy… Por qué escribo... bla… bla… bla…
Hablar de mí, sin comprometerme al mismo tiempo, es imposible; siempre estoy diciéndome y desdiciéndome. No termino de ponerle punto a una oración cuando ya la siguiente está proponiendo una coma.

Si por un lado estoy yo tratando de venderme una nueva convicción, por el otro lado sale otra yo para hablarme de lo patética que resulta esa idea. Y esto podría bien resumirse en un poema de Oliverio Girondo que, según yo, también habla de mí, o por lo menos retrata a la que estoy intentando ser ahora.

Así que no intento conocerme, ni descifrarme, ni entenderme, ni siquiera intento convencerme. Soy sólo uno de los muchos reflejos de mí misma.

Una costumbre que se tiene en este mundo de las letras publicadas (por lo menos en las impresas) es dedicar la obra a alguien… Así que: ¡Que Dios reparta suerte y... ¿Va por ustedes?!

"La Luna se está peinando... en los espejos del río. Y un toro la está mirando... entre la jara escondido"

De todas las cosas que más me gustan en la vida, tal vez, las más importantes se reflejan en una canción:

"Cuando llega la alegre mañana, y la luna se escapa del río, el torito se mete en el agua, embistiéndo al ver que se ha ido... Ese toro enamorado de la Luna..."


Este blog es para mí, para no olvidarme y, en una de esas... compartir: lo que soy, lo que me gusta, lo que veo, lo que siento, lo que no quiero, lo que espero...
REALIDAD EFÍMERA

“Una mujer soñada encarna siempre en una forma amada”
-Octavio Paz-


Estoy hecha de la materia de los sueños.
Vivo para robar el brillo de la luna,
y afligir la sonrisa de los mimos;
soy el eco agobiado de tu musa
y obligado sendero hacia la tumba.

Estoy en tus sueños, si no duermes,
soy la causa inconfesable de las cosas,
el cause incorruptible del destino;
soy tu caso perdido, asesino.

A veces, cuando no amanece,
sólo para no cantar,
me convierto en ave,
y le pido prestada la voz al aire.

Pero como siempre… amanece…
Dejas de soñar y yo de ser materia.
No eres mío, ni mimo, ni asesino…
Y yo no soy ave, que le canta a nadie,
ni siquiera musa,
ni siquiera intrusa...
ni siquiera luna.